domingo, 27 de enero de 2008

*___Pero Marta Ya No Dice Nada___*


Y entonces la policía entró en la habitación y vio a Marta tendida en el suelo, inmóvil, rodeada de sangre. El policía Michel investigaba el caso y recogió todas las pruebas que consideraba necesarias para realizar su trabajo. Que le llevaría un gran período de tiempo hasta encontrar la causa de la muerte de esa joven, Marta.

Era un viernes por la noche y Marta salía de su casa para estar con sus amigos. Después de cenar se despedía de sus padres en la puerta de su casa, como hacía todos los fines de semana, y siempre emprendían la misma conversación, o muy parecida:

-No vuelvas muy tarde hija, y ten cuidado.
-Lo sé mama, que ya soy mayorcita, ya no soy una niña, tengo veinte años.

Nada más bajar de su casa se encontró a su mejor amiga, María y a su novio Lucas, que la esperaban en el coche de este último. Se saludaron y desaparecieron a toda velocidad entre la oscuridad de la noche.

Llegaron a la fiesta, era el cumpleaños de un amigo y había preparado una fiesta en su casa llena de invitados, entre ellos estaban los tres amigos, Marta, María y Lucas .

Empezó la diversión; música, bebidas y drogas ambientaban la casa del cumpleañero.
Marta al ver la situación en la que se encontraba, decidió abandonar la casa, pero su novio se lo impidió y le dijo que no le pasaría nada, que si no quería consumir bebidas alcohólicas o drogas, que no lo hiciera, pero que no le “cortase” el rollo.
Era el cumpleaños de su amigo y no le iba a hacer el feo de irse en un día tan especial para él.

Marta no dejó la casa por el momento, pero no tardaría demasiado en hacerlo. Se fueron las dos amigas hacia la cocina para coger algo de beber y después al salón para moverse al ritmo de la música.

A las tres horas había menos gente que al principio, y la poca gente que había se encontraba tumbada por los suelos y sin fuerzas para hacer nada. El efecto del alcohol y junto con las drogas, al principio les daba energía y fuerza para llegar a lo más alto, se sentían libres y muy ágiles física y mentalmente. Pero con el paso del tiempo cada vez estaban más agotados y sin ganas de nada.

Marta y su amiga María eran las únicas que no percibían esos efectos ya que no habían consumido ambas sustancias. En cambio Lucas era uno de los que se encontraba tendido en el suelo, a pesar de que Marta le había prohibido hacer lo que los demás e incluso en un momento de enfado abandonó la casa. Él no la hizo el más mínimo caso y siguió haciendo lo que le parecía adecuado.

Llegó la hora de irse a casa y Marta llamó a sus padres para avisarles de que no iría a dormir, mintiéndoles al decirles que dormiría en casa de su mejor amiga, María.

Entre las dos amigas levantaron a Lucas del suelo y medio arrastrado le llevaron al hotel más cercano para pasar la noche. Y digo medio arrastrado porque fue obligado, ya que quería continuar con la fiesta y porque las drogas le habían dejado sin fuerzas.

María se dirigió a su casa dejando a la pareja en el hotel.
Marta nada más llegar, empezó a discutir con su novio echándole en cara todo lo que había hecho ella por él. Y sin embargo él sólo le demostraba cosas malas, y no la hacía el menor caso.

Lucas permaneció callado durante toda la conversación mirándola de manera desafiante y con los ojos que penetraban en los de ella.
Hasta que en un momento de ira se levantó de la cama en la que estaba sentado y la dijo que ya no aguantaba más.

La empujó contra la cama y la golpeó seguidas veces con una silla de escritorio. Con sus grandes manos de asesino, la agarró de su fino cuello, apretándola más y más impidiendo que el oxígeno llegara a sus pulmones.

El silencio ancestral de la noche lo dijo todo, Marta y su historia había terminado.

1 comentario:

^^..::BeLeN::..^^ dijo...

olaaa!!! tu relatillo está muy bien!! aunque eres un poco masoca..¿¿¿no??? pobre Marta...:(
BUeno un besillo!!! dew!